También llamado
perro peruano
sin pelo, perro
calato, perro Chimú, es una raza de perro sin pelo originaria de nuestro Perú empleada usualmente como animal de compañía.
Viringo Peruano |
El 12 de junio
de 1995, la Federación Cinológica Internacional (FCI),
con sede en Bélgica, reconoció y registró al perro sin pelo del Perú en su
nomenclatura de razas con el número 310, clasificándolo en el Grupo V, tipo Spitz,
que es para aquellos perros atléticos y ágiles ideales para carreras y en la
sección 6 en la que se ubican los perros tipo primitivos.
Hace más de
tres mil años que el perro sin pelo del Perú popularmente llamado “viringo” habitaba
estas tierras, tal como lo demuestran las evidencias arqueológicas de las
culturas Chavín, Moche y Wari, dentro de sus representaciones que aparecen en
los cerámicos,
el perro sin pelo hace su aparición entre el año 300 a. C. hasta el
1460.
Se
han encontrado también huesos del perro peruano que datan de tiempos
precolombinos. En 1987, el arqueólogo Walter Alva descubrió
en el centro de una gran plataforma de barro conocida como "Huaca Rajada",
la tumba de un personaje importante moche a quien llamó el Señor de Sipán, que descansaba en una caja
mortuoria, rodeado de los esqueletos de ocho varones, dos mujeres y un perro.
Los incas lo llamaban allqu (perro); en
el Perú también se conoció como kaclla. El nombre viringo parece
ser el original usado por los moches o
mochicas.
Estos
perros cumplieron un rol importante dentro de las costumbres y mitos de
los incas. Las crónicas de la época de la conquista española y el Virreinato dieron testimonio de la
presencia de los viringos. La gente del campo conservó el perro sin
pelos, asociado a su cultura propia y lo usó para fines medicinales.
¿Cómo llegó a esta parte del mundo? Ese es un misterio. Lo
cierto es que fue la compañía de nuestros ancestros.
El 22 de
octubre de 2001, el Congreso de
la República la reconoció al “viringo” como parte importante del
patrimonio de la nación a través del Decreto Ley N° 27537. Ese mismo año, el Instituto
Nacional de Cultura dispuso que todos los museos del país
contaran, al menos, con uno de estos ejemplares.
Su fama
ha trascendido fronteras. Hoy se ha convertido en una
mascota muy codiciada en Europa, en Estados Unidos y en Asia, pese
a que, en nuestro país, aún es mirada con algo de desdén.
No es una raza de pelea ni agresiva. Todo
lo contrario, es una excelente compañía que incorpora una ventaja adicional: al no tener pelaje, no se le pegan las pulgas.
Es interesante saber que tenemos mucha historia detrás de cosas tan pequeñas pero importantes. Esta raza de perro es muy adecuada para aquellos que buscan una fiel compañía ... En conclusión me encantó está información y gracias a esto ahora sé que compañero tener en un futuro.
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